Ingeniero Jose Fuchs y el monolito al pozo N* 2
Foto Pozo N* 2 en Comodoro Rivadavia
(Primer surgente petrolera de la Argentina)
(13/Diciembre/1907)
Video obtención de Petroleo
Telegrama Descubrimiento del Petroleo
Fecha : Jueves 19 de Diciembre de 1.907
(Hacer Click en imagen para ampliar)
Ing. Jose Fuchs - Legajo 27.876
Nace: 13.6.1880 - Fallece: 26.3.1967
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En 1903, una cuadrilla de perforaciones del gobierno nacional había
realizado un primer pozo en busca de agua en el centro de Comodoro, pero la
perforación debió ser abandonada sin éxito tras un accidente ocurrido a una
profundidad de 165 metros.
Tres años después el ingeniero Enrique Hermitte, a cargo de la recientemente
creada División Minas, Geología e Hidrología del Ministerio de Agricultura,
encomendó la adquisición de nuevos equipos de perforación en Europa al
ingeniero Julio Krause,
jefe de la sección Hidrología y Perforaciones. En base a las características
del suelo, se eligieion las perforado. ras del sistema Fauck, con capacidad de
hasta 500 metros.
El 14 de diciembre de 1906 arribó a Comodoro Rivadavia desde Viena la primera máquina, y fue transportada a un punto situado a tres
kilómetros al norte del pueblo y a un kilómetro de la costa, en un sitio de
ventajosas condiciones para la provisión de agua.
El 3 de enero de 1907 llegó a Comodoro José Fuchs, formado
en la escuela de Minas y Energía de Estrasburgo, que quedó a cargo de los
trabajos en el nuevo pozo N° 2. Las adversas condiciones climáticas postergaron
los inicios de la perforación hasta el mes de marzo. La llegada del crudo
invierno patagónico y una sublevación de la cuadrilla de perforadores
reclamando mejores condiciones de trabajo demoraron aún más la perforación.
Con la
llegada de la primavera todo mejoró. En noviembre, la perforación había llegado
a 515 metros
de profundidad, algo más del límite de la capacidad de la máquina, sin ningún
descubrimiento de agua o hidrocarburos. Los trabajos continuaron, y el 12 de
diciembre las oficinas de la división Minas en Buenos Aires recibieron una
primera comunicación impactante desde Comodoro: “se cree haber dado con una
napa de kerosene”. Krause ordenó suspender la perforación y verificar el
hallazgo. Ya el día 13 de diciembre, un nuevo telegrama confirmó la existencia
de hidrocarburos a 539
metros de profundidad, por lo que se comunicó
oficialmente el descubrimiento de un yacimiento de petróleo en Comodoro
Rivadavia.
En los
diarios de la época, el acontecimiento quedó registrado como un hallazgo
fortuito en la búsqueda de agua, descripción que Hermitte no compartía, pero
que no consiguió corregir. Las hipótesis de la búsqueda de agua y petróleo no
son excluyentes, ya que ambos objetivos estaban comprendidos en el estudio
exhaustivo del subsuelo que se proponía la Dirección de Minas. Todo indica, sin embargo, que
la elección de Comodoro como punto de perforación obedecía más a la necesidad
de encontrar agua para la población de la zona, que al objetivo de hallar
minerales como el petróleo.
Tanto o
más importante que el descubrimiento fue la acción inmediata del Gobierno. El
carbón era entonces el combustible principal de la matriz energética argentina,
y la ausencia de producción local lo convertía en uno de los principales
productos de importación, principalmente desde Gran Bretaña, el gran socio
comercial de la
Argentina. La eventual disponibilidad en territorio nacional
de un combustible sustituto del carbón como el petróleo no pasó desapercibida
para nuestros gobernantes. El 14 de diciembre, el presidente José Figueroa
Alcorta decretó una zona de reserva a favor del Estado con un “radio de 5
leguas kilométricas a todo rumbo” desde Comodoro, una superficie de
aproximadamente 110.000
hectáreas en tierra, restringiendo así los pedidos de
cateo de los privados en la zona.
La rápida
velocidad de reacción fortalece la hipótesis de que la Dirección de Minas -en
particular Hermitte- ya
había previsto las medidas a tomar frente a un hipotético descubrimiento de
petróleo en alguna de las perforaciones que realizaba a lo largo del país.
La
administración del yacimiento quedó a cargo de la Dirección de Minas. La
precariedad de los elementos utilizados hizo que la producción fuera muy
limitada durante los primeros años. Las carencias presupuestarias y el ambiente
hostil del lugar, distante a cinco días por barco de Buenos Aires, complicaban
la realización de las tareas. Las principales dificultades fueron consecuencia
de la falta de agua, de los rigores del clima patagónico, y del alto contenido
de sal de las aguas de la zona, que destruía los equipos de perforación.
En esos
primeros años, las carencias de infraestructura provocaron que el grueso del
petróleo producido nunca fuera consumido. Más de un tercio de la producción se
perdía por filtración o evaporación. Desde Buenos Aires, la explotación de
Comodoro era vista como un proyecto experimental, casi como una excentricidad.
Pocos eran conscientes de que estaban construyendo lo que luego sería la
primera empresa petrolera estatal del mundo YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales).